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Anciana arriesga su vida para conseguir comida

Pide dinero a los automovilistas que circulan por la avenida diagonal Cuauhtemoc

De 8 de la mañana hasta el mediodía de los viernes y sábados, la señora María Gámez, una mujer de 82 años de edad, pide dinero a los automovilistas que circulan por la calle sexta y González, específicamente los que se detienen frente al semáforo de esa esquina.

La señora vive sola en una casa ubicada entre los ejidos «Guadalupe» y «Juanillo», lugar a donde el apoyo gubernamental en el ámbito social no llega, ya que los trabajadores de la Secretaría de Bienestar Social y del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de esta ciudad, solo acuden a los ejidos con mayor índice de población.

«Soy una mujer sola, mi esposo murió hace años atrás, solo me quedé con mis padres que ya eran muy mayores, ya también murieron; primero murió mi madre y después mi padre. Dios nunca me dio el privilegio de tener hijo, por eso estoy completamente sola, pero con la ayuda de Dios he podido salir adelante.

En ocasiones junto suficiente dinero para comer, pero en otras no», dijo.

La ancianita aseguró haberse acercado al DIF municipal para solicitarles que la incluyeran en la lista de los beneficiarios de despensa mensual, sin embargo recibió un NO por respuesta, ya que los trabajadores de esa dependencia le explicaron que por el momento no tienen despensas disponibles.

«Sí fui al DIF y me dijeron que no habían despensas, me dieron solo dos tortillas duras con frijoles, medio litro de aceite, una bolsita de sopa y un poquito de maseca», dijo.

La señora María manifestó que depende de la caridad de sus vecinos para poder llegar al centro de Matamoros, ya que debe esperar a que uno de ellos salga del ejido con rumbo a la ciudad, para solicitarles de favor, que la trasladen a la calle Sexta y González.

El resto de la semana, la señora María arriesga su vida al colocarse en las mediaciones de la avenida Diagonal Cuauhtémoc para solicitar el dinero que necesita para comer.

Dice ser beneficiaria del programa de 65 y Más, sin embargo el monto de lo que percibe no es suficiente para pagar los servicios de agua, energía eléctrica y además poder tener una poca de despensa en su alacena.