Las acciones conjuntas que realice el gobierno y las instituciones educativas son vanas si los jefes del hogar no involucran a sus hijos en diversas actividades
Luego de que se diera a conocer que en Tamaulipas los jóvenes conocidos como «ninis», son quienes encabezan los delitos del fuero común y en algunos casos de orden federal, las autoridades militares invitan a los padres de familia a no descuidar a sus hijos y que los involucren en las actividades que los distraigan de la delincuencia.
El General Brigadier Diplomado de Estado Mayor, Enrique Ortega Cardozo Salinas, Comandante de la Guarnición Militar de la Plaza de esta ciudad, adecua la frase: «El óseo en la madre de todos los vicios», para recordar a los padres de familia que en sus manos está que sus hijos no se conviertan en delincuentes.
El militar aceptó que la situación tanto económica como social son distintas a las que se vivían en épocas de antaño, donde las madres de familia se quedaban en casa a educar a sus hijos, acto contrario en los tiempos modernos, en los que la crisis económica ha provocado que ambos padres deban dejar solos a sus hijos para poder darles una mejor calidad de vida.
«Sabemos que por desgracia, quienes integran las filas de la delincuencia organizada son los «ninis»; los padres de familia son lo principales responsables de que sus hijos no estudien y no trabajen y que se vayan e ingresen a esas filas, ellos son los responsables igualmente influyen las condiciones sociales del país, más que nada el tejido social que se ha roto.
Hoy en día ambos padres deben salir a trabajar, pero debe haber alguna manera porque en otros países también trabajan ambos padres y casi no pasa lo mismo que aquí», dijo.
El funcionario exhortó a los padres de familia a que se preocupen más por sus hijos, que vean qué hacen y en qué están metidos, que se preocupen por saber quiénes son sus amigos para que puedan rescatarlos de las malas compañías que no los llevarán por un buen camino.
Indicó que la utilización de los equipos telefónicos ha sido un factor que ha impactado en la poca comunicación entre padres e hijos, lo que ha derivado a que los jóvenes ingresen en las filas de la delincuencia organizada.