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Escuelas de Tamaulipas batallan para que alumnos regresen a las aulas

María de León Vargas señaló que es responsabilidad de los padres que los menores estén en los salones para mejorar el bajo aprovechamiento que presentan

Las autoridades educativas no han podido convencer a los padres de familia de enviar a sus hijos a los planteles, a tal grado de que en Tampico hay escuelas que tienen el 70% de asistencia, a mes y medio de dar luz verde a las clases presenciales totales.

Al no querer enviar a los menores a los entornos escolares se han presentado algunas problemáticas específicas, como bajo aprovechamiento y que alumnos de tercer grado o segundo tengan problemas para la lectoescritura.

María de los Ángeles de León Vargas, jefa de sector en Tampico, informó que aún tienen detectada el área de oportunidad y es una responsabilidad del padre de familia lograr que los menores estén en las escuelas, pero se acostumbraron a la educación a distancia.

Sin embargo, los papás tienen que darse cuenta de que las clases presenciales ante el riesgo mínimo de contagios se vuelve fundamental en el desarrollo del menor, desde el aspecto cognitivo y conductual.

“Se debe de tomar en cuenta de parte de los padres de familia que los procesos de reprobación se van a comenzar a dar, por eso es indispensable el sistema presencial», declaró.

Las autoridades estatales aún refieren que las escuelas están al 100%; sin embargo, en algunos grupos, cuando había 35 o 40 alumnos, hay menos de 30 que están en clases de forma presencial.

Hay escuelas de Tamaulipas que han tratado de que los papás cumplan y envíen a los estudiantes, haciendo obligatoria la presencialidad en los espacios escolares, pero aún así hay quienes se rehúsan al cumplimiento.

El bajo nivel académico es otro de los retos que los trabajadores de la educación se enfrentan en este periodo complicado de retorno a las aulas. Hay escuelas de Tampico en donde se están llevando a cabo programas que ya estaban fuera de servicio, como por ejemplo los alimentos calientes al interior de las instalaciones, mismos que se suspendieron por la pandemia.

Fuente: Milenio