La iglesia teme la reapertura del campamento migrante
La puesta en marcha nuevamente del programa “MPP o quédate en México”, migrantes centroamericanos han recorrido grandes longitudes de tierra para llegar hasta Matamoros abarrotando así los albergues auspiciados por la iglesia y otros organismos de atención y apoyo a los extranjeros indocumentados.
Preocupados de lo que ocurre en su interior, las autoridades eclesiásticas temen la reapertura del campamento migrante, lugar que se habilitó hace un par de años para albergar a los cientos de centroamericanos que buscaban apoyo del gobierno de los Estados Unidos, a quienes le pidieron una visa humanitaria o asilo político.
El Padre Francisco Gallardo López, titular de la pastoral social de la Diócesis de Matamoros, explicó la implementación del campamento representa una situación peligrosa principalmente para los niños, pues el lugar no está considerado como un sitio salubre para que los pequeños pasen sus días ya que carecen de todo servicio básico para su bienestar.
Dijo que los niños son utilizados para un parteaguas para poder ingresar a los Estados Unidos, esto tras la experiencia de años anteriores donde se le daba prioridad a las familias que estaban integradas por niños pequeños.
“Un ejemplo es la Casa hogar, de quién cuidamos a los niños en una Casa hogar?, pues de sus familias, entonces ciertamente hay niños en estado de vulnerabilidad en los campamentos migrantes pues ellos vienen con sus familias donde muchas veces hay situaciones graves en ellas, por eso hay que cuidar bastante a los niños”, explicó.
Manifestó que durante la segunda semana de diciembre lograron un lleno total en la Casa del Migrante “San Judas Tadeo”, de familias que llegaron de centroamerica en busca de alcanzar de forma legal el sueño americano.