La Secretaría de Relaciones Exteriores entregó 80 cartas de naturalización a personas originarias de diversos países quienes cumplieron con los requisitos que establecen las leyes mexicanas para adquirir voluntariamente este vínculo y que protestaron cumplir con las obligaciones que les impone este enlace jurídico-político con México.
Presidieron el evento el Subsecretario para América Latina y el Caribe, Luis Alfonso de Alba; el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Alberto Pérez Dayán; la Subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Flora Patricia Martínez Cranss; y la Directora General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Rosario Elena Graham Zapata.
El Subsecretario para América Latina y el Caribe, Luis Alfonso de Alba, reconoció que “para México es un orgullo contar con nuevos mexicanos, personas de distintos orígenes, que adoptaron por decisión propia la nacionalidad mexicana”. Reafirmó también el compromiso de México por seguir trabajando en el marco multilateral para la protección de los derechos de los migrantes.
Por su parte el Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Alberto Pérez Dayán, dirigió unas palabras a los mexicanos que recibieron su carta de naturalización, destacando que “sin ignorar los retos del presente, los nuevos mexicanos habrán de sumarse a la sociedad para construir un México más libre, más justo y más igualitario”.
La Directora General de Asuntos Jurídicos, Rosario Graham Zapata, fue la encargada de tomar protesta a las 44 mujeres y los 36 hombres, de 20 naciones que eligieron a México como su patria. Por su parte, la Subsecretaria Martínez Cranss dio lectura a la carta de principios y valores de las personas que han adquirido la nacionalidad mexicana, dentro de los cuales se encuentran la igualdad, inclusión, identidad, compromiso, respeto, diversidad, lealtad y no discriminación.
Finalmente, la ceremonia contó con la presencia de la escolta y banda de música del cuartel general del alto mando de la Secretaría de Marina, la cual acompañó a los nuevos mexicanos a rendir los honores correspondientes a nuestro lábaro patrio.