UN GRAN RIESGO MANEJAR EN ESTA CIUDAD
POR: Norma Rodríguez
La mala calidad de los materiales con los que pavimentan las calles de Matamoros, las han convertido en un verdadero peligro para los ciudadanos que salen a diario a realizar sus labores, ya que la consecuencia de la negligencia en las obras son los múltiples baches que aparecen después de cada lluvia.
Uno de los retos no cumplidos de presidente de esta ciudad, Jesús Juan de la Garza Díaz del Guante, fue pavimentar más de 900 metros cuadrados diariamente -lo que es el equivalente a una calle diaria-, pues cuando creían que la meta se había alcanzado, las lluvias dejaban al descubierto que el trabajo no se había llevado a cabo de la forma correcta.
El presidente de Matamoros señaló, que la meta para su trienio es reparar 750 mil metros cuadrados de calle; promesa fallida para los habitantes de las colonias de la periferia principalmente, quienes al igual que los colonos del norte de la ciudad, sufren el desperfecto de sus vehículos que se ven dañados en los amortiguadores principalmente por el exceso de hoyos en el suelo.
MATAMOROS ESTARÍA LLENO DE DEMANDAS
Si las leyes mexicanas pudieran defender y apoyar a los afectados, el ayuntamiento de Matamoros habría perdido infinidad de demandas de parte del pueblo, quienes exigirían la reparación de los daños a sus vehículos que dejan de funcionar a consecuencia de los baches que abundan en todas las avenidas.
Por desgracia, las altas sumas de dinero que se requieren para nacionalizar un vehículo o traerlo “en regla”, impuestas por las autoridades de Hacienda, limitan al ciudadano promedio para que circule por la ciudad en autos de permanencia legal en el país, quienes terminan con sus carros varados frente a sus hogares o en sus patios traseros ante la falta de dinero para reparar rotulas, bieletas, chasis y en casos extremos rines abollados a causa de los baches.
Los titulares de la Secretaría del Ayuntamiento de Matamoros, han declarado que si el vehículo es mexicano el caso entraría en un procedimiento de juicio donde el municipio debe pagar los daños ocasionados, de lo contrario, no pueden ayudar al ciudadano.
Tal parece que el plan municipal de reasfaltado vial se repite en diversas ocasiones, pues las cuadrillas de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología trabajan en la reparación de los mismos baches, los mismos hoyos y las mismas fracturas en las avenidas que siempre resultan dañadas por el peso de los vehículos o por el cambio de clima.
Si bien es cierto, se ha avanzado en la reparación de algunas calles cuya ubicación ya estaba contemplada en el presupuesto de egresos de pasadas administraciones; recurso que se utiliza de forma correcta en calles incorrectas, pues mientras se repara la calle 31 de la Colonia las Águilas y la Alvino Hernandez de la Obrera, avenidas principales como el Sendero Nacional, Periférico y 12 de Marzo, continúan con tramos que se quedaron en el olvido.
Pese a las condiciones de las calles, el secretario de Desarrollo Urbano y Ecología de Matamoros, Iván Robles Flores, señaló que a pocos meses de que culmine la presente administración rebasaron ya la meta establecida por el presidente Jesús de la Garza, pues al momento llevan más de 750 mil metros arreglados.
EL TEMOR A LOS SOCAVONES
Otro de los riesgos a los que se enfrentan los matamorenses, es a caminar por las calles de la ciudad con el peligro de que la tierra se abra en los sitios donde existen cerca alcantarillas o tuberías dañadas, pues esto ha provocado la presencia de socavones en más de una ocasión.
El primero que se registró en esta ciudad apareció el pasado 21 de junio en las calles Profesor Romero y 21 de la Colonia Buenavista de Matamoros, después de las inundaciones que dejaron tras de sí las lluvias torrenciales donde hubo una acumulación de más ocho pulgadas de agua en ese sector de la ciudad principalmente. A ese agujero le siguieron dos más en calles atrás de la misma colonia.
El tercero apareció en la calle John F. Kennedy, que divide al parque el Laguito con el Niños Héroes, el cual costará más de un millón de pesos y tardará más de dos meses en ser reparado.
El cuarto y más reciente apareció el pasado jueves 12 de julio en la Avenida Tamaulipas y República de Cuba de Matamoros, el cual tenía una profundidad de más de 6 metros y un radio de peligro similar.
El Gerente de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros, Guillermo Lash de la Fuente, aseguró que tras las inundaciones aparecieron 30 caídos más, lo que da un total de 260 distribuidos en diversos sectores de la ciudad, cuyo riesgo de deslave interno provoca un mayor peligro para la gente y nunca se sabe cuándo aparecerá de nuevo uno.
Para la reparación de los caídos y socavones provocados por alcantarillas o tubos dañados, se requiere de una inversión que rebasa los 500 millones de pesos, lo que orilla a los matamorenses a seguir esperando por una mejor ciudad.
LAS CALLES AFECTADAS PERJUDICAN EL TIEMPO DE RESPUESTA DE CORPORACIONES MÉDICAS Y DE SEGURIDAD
Quienes sufren la presión de un trabajo interrumpido y el reclamo de la sociedad que denuncia su supuesta “ineficacia” al no tener un buen tiempo de respuesta, son los socorristas de la Cruz Roja Mexicana delegación Matamoros, quienes han atrasado su tiempo de llegada al lugar del accidente debido a las malas condiciones en las que se encuentran las calles de la ciudad.
Las ambulancias, deben estar en el lugar del llamado en menos de 20 minutos cuando se trata de lugares alejados, pero el temor de daño en las unidades que les impidan el regreso provoca en los conductores una necesidad de manejar a una velocidad moderada, pues además del riesgo de accidentes, el daño a la carrocería rebasa los 17 mil pesos, considerando que la Cruz Roja es una institución que no recibe auspicio del gobierno y que se mantiene solo de las aportaciones que se reciben de las consultas.
Por años, esa institución ha sido un respiro en el tema de rescates para el ayuntamiento, ya que trabajan de la mano con la dirección de Protección Civil y Bomberos de la ciudad, quienes solo cuentan con tres ambulancias contra las más de 13 de la Cruz Roja, por lo cual, en caso de desastres mayores, quienes resuelven los problemas son los voluntarios.
Aun así el ayuntamiento solo pavimentó una ruta de acceso a ese lugar; la calle Benito Hernández que toma con la Cruz Roja desde la Canales, dejando en el olvido los demás accesos que se necesitan para salir de emergencia a un llamado.
Es importante decir, que esta administración concluirá en un par de meses y la problemática será heredada al nuevo gobierno, mismo que tendrá que definir un presupuesto para lograr erradicar estos problemas, sin embargo queda claro que la meta de Jesús de la Garza Díaz del Guante no fue concretada, ni en la ciudad ni dentro de su carrera política.