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«VENDIDOS POR 43 EUROS»

Secuestraron a tres italianos en Jalisco

En la tarde del 31 de enero, según información de la familia, Raffaele, de 60 años, fue el primero en desaparecer. Dos horas después, los otros dos intentaron rastrear a su familiar con la última ubicación del GPS del auto que había rentado Raffaele para manejar por la zona.

Al llegar al lugar, Antonio, de 25 años, y Vincenzo, de 29 años, fueron rodeados por policías locales, según lo que ha contado la familia, y les ordenaron seguirlos a la comisaría.

Antonio le envió un mensaje para informarlo de la situación:

«Estábamos poniendo gasolina y unos policías nos detuvieron. Dos motos y una patrulla. Nos detuvieron y nos dijeron ‘síganos; ahora estamos siguiendo a la policía».

Cuatro policías fueron detenidos en Jalisco, México acusados de la desaparición de tres italianos, a quienes detuvieron y entregaron a criminales, según anunció la Fiscalía General del Estado de Jalisco.

Los policías confesaron que los «vendieron» a la delincuencia organizada de Tecalitlán, y se desconoce a qué grupo criminal.

Francesco Russo, hijo de unos de los tres italianos desaparecidos durante una entrevista este domingo declaró a la emisora pública italiana RAI1:

«Los policías mexicanos vendieron a mis familiares por 43 euros de m…, es terrible. Esos sí son criminales, no mi hermano, ni mi padre ni mi primo», declaró Russo, quien teme por la vida de Antonio y Raffaele Russo y Vincenzo Cimmino, todos originarios de Nápoles, al sur de Italia, quienes desaparecieron el 31 de enero pasado en el municipio de Tecalitlán, al oeste de México, a 700 kilómetros de la capital.

De acuerdo al diario El País, Francesco Russo negó que su padre, Raffaele, de 60 años, utilizara documentos falsos durante su permanencia en México, y reiteró que los tres napolitanos se encontraban en ese país para vender generadores eléctricos.

 

Mientras tanto en Italia se han originado marchas de protesta para exigir su aparición. Los familiares de los tres italianos niegan que estén involucrados con el crimen organizado y reiteran que se trata de simples comerciantes.