Donald Trump asumió oficialmente la presidencia de Estados Unidos, comenzando su segundo mandato al frente del país. Durante su juramento, el presidente reafirmó su compromiso de defender la Constitución y aseguró que está iniciando una nueva «era de oro» para el país. Según Trump, su mandato buscará restaurar la grandeza de Estados Unidos, superando las crisis de confianza y trayendo prosperidad para todos los ciudadanos.
En su discurso, Trump destacó que la soberanía de Estados Unidos será una prioridad, y anunció acciones contundentes para frenar las entradas ilegales al país. Reiteró su intención de restablecer el programa «Quédate en México» y desplegar personal militar en la frontera sur. Además, confirmó que los cárteles de la droga serán designados como organizaciones terroristas extranjeras, una medida que se ejecutará a través de una ley de 1978 para erradicar pandillas y proteger a las comunidades urbanas.
Uno de los puntos clave de su administración será el fortalecimiento de la economía. Trump prometió revisar las políticas energéticas, garantizando que Estados Unidos vuelva a ser una nación productora de energía. Dijo que su gobierno reducirá la inflación y bajará los costos de vida mediante un control más efectivo de los recursos energéticos y el restablecimiento de la industria manufacturera nacional. También mencionó que impondrá aranceles a los países extranjeros para beneficiar a los ciudadanos estadounidenses.
En cuanto a temas sociales, Trump enfatizó su postura sobre la unidad nacional, señalando que su gobierno promoverá una sociedad basada en los méritos, no en los colores o géneros. Aseguró que se reincorporarán a las Fuerzas Armadas aquellos que fueron expulsados por no aceptar la vacuna contra el COVID-19 y que se enfocará en restaurar la libertad de expresión. Trump concluyó su discurso con un llamado a la grandeza, prometiendo que Estados Unidos será una nación próspera, respetada y un modelo de democracia y libertad.