Después de 13 años del homicidio, autoridades tomaron la decisión de demoler el inmueble ubicado en las calles Tyler y 8 en la ciudad de Brownsville.
La cuadrilla de personal de obras publicas y maquinaria derribaron el lugar que fuera el escenario del terrible homicidio de tres pequeños, quienes fueron asesinados y descuartizados a manos de sus padres Angela Camacho y John Allen Rubio en el 2003.
Miembros de la comisión y el alcalde votaron a favor de la demolición del lugar para convertirlo en estacionamiento público y parque, dando un nuevo rostro a este lugar, y hacer honor a los tres pequeños.
Al respecto se informó que el futuro estacionamiento y parque será llamado en honor a los tres angelitos, así lo informaron las autoridades municipales.
Tras 45 minutos de trabajos de demolición de 10 mil metros cuadrados de estructura solo quedaron escombros en el lugar donde se llevarán acabo las labores de limpieza del lugar e iniciar el nuevo proyecto.
Tras permanecer sellada poco mas de una década al ser considerado evidencia del triple homicidio de menores, oficiales de la Policía reingresaron a la zona del sangriento homicidio que le arrebató la vida los niños julissa, Jonh y mary, cuyos cuerpos fueron desmembrados y depositados en bolsas de plástico para ser esparcidos en botes de basura, luego de justificar el homicidio al establecer que les dieron muerte a los niños porque estaban poseídos por demonios.
Charlie Cabler gerente de la ciudad de Brownsville señaló que siempre que la vida de un niño indefenso se pierde, es una tragedia, y esta ciudad vivió la peor tragedia nunca antes vista.
Al respecto y dentro del vecindario, residentes afirmaron que aunque se derrumbe el edificio jamás se olvidaran los hechos que marcaron a esta comunidad y que hoy mantiene tras las rejas a sus padres.