Fecha: 31 de mayo de 2023
En una dramática jornada, más de 50 madres de familia cerraron el portón de la escuela Alberto García Tavizón, exigiendo la destitución de la maestra Flor, quien imparte clases en el primer grado, por presuntas conductas conflictivas y ataques psicológicos hacia los alumnos.
Las madres manifestaron su profunda preocupación por el bienestar emocional y educativo de sus hijos, alegando que la maestra Flor ha creado un ambiente hostil en el aula y ha afectado negativamente la salud mental de los estudiantes. Las acusaciones de maltrato y trato discriminatorio hacia los alumnos han sido el principal motivo de la protesta.
Sin embargo, la situación se complicó aún más cuando la maestra Flor acusó al director de la escuela de acoso laboral. Afirmó que ha sido víctima de maltrato y discriminación por parte del director, lo que ha afectado su desempeño profesional y su bienestar emocional. Para respaldar su versión, la maestra Flor contó con el apoyo de un grupo minoritario de padres de familia, quienes respaldaron su labor y argumentaron que las acusaciones en su contra eran infundadas.
Ante el conflicto en la escuela, las madres inconformes solicitaron que el director no fuera destituido, ya que lo consideraban una buena persona. Este hecho generó un debate entre los padres de familia, dividiendo las opiniones dentro de la comunidad escolar.
En medio de esta polémica, el profesor Cesae Ibarra, Jefe del Centro Regional de Desarrollo Educativo de Matamoros, se presentó en la escuela y se llevó evidencia de las quejas y acusaciones presentadas tanto por las madres de familia como por la maestra Flor. Se espera que este organismo realice una investigación exhaustiva para resolver el conflicto y tomar las medidas adecuadas.
Como resultado de esta situación, la maestra Flor fue trasladada a otro centro escolar mientras se lleva a cabo la investigación correspondiente. Esta decisión fue alabada por los padres de familia inconformes, quienes expresaron su satisfacción con la medida adoptada, manifestando su apoyo con gritos de «¡Sí se pudo!».
La toma de las instalaciones de la escuela Alberto García Tavizón ha generado un profundo debate en la comunidad educativa local, poniendo en evidencia la importancia de garantizar un ambiente educativo seguro y respetuoso para todos los alumnos. Ahora, la atención se centra en el proceso de investigación y las medidas que se tomarán para resolver este conflicto y restaurar la armonía en la escuela.
