La reciente entrega de 29 capos del narcotráfico mexicano a Estados Unidos, incluyendo a Rafael Caro Quintero, comenzó a negociarse durante la administración del presidente Joe Biden, según reporta The New York Times. El 27 de febrero, el gobierno de Claudia Sheinbaum anunció que los líderes del crimen organizado fueron enviados a EE. UU., aunque no se trató de una extradición formal. Este movimiento se dio en un contexto de presión por parte de la administración de Donald Trump para intensificar la lucha contra el narcotráfico.
De acuerdo con The New York Times, las negociaciones para la transferencia de los narcotraficantes fueron impulsadas desde el gobierno de Biden, pero concretadas después de la toma de posesión de Trump. Se menciona que estas conversaciones, que iniciaron bajo el demócrata Biden, fueron reanudadas tras la llegada de Sheinbaum al poder en octubre de 2024. El acuerdo final fue sellado por la administración de Trump en sus primeros días, coincidiendo con la designación de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.
Esta información difiere de la versión oficial proporcionada por el Departamento de Justicia de EE. UU. el 27 de febrero, donde se alegó que la entrega de los narcotraficantes fue consecuencia de una orden ejecutiva de Trump que designó a los cárteles como organizaciones terroristas. El fiscal general adjunto Emil Bove destacó que estas acciones fueron parte de una política de fuerza por parte de la Casa Blanca, mientras que las negociaciones con México también jugaron un papel importante.