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Rusia y Ucrania se acusan de bombardear la mayor central nuclear europea

Kiev. Rusia acusó este lunes a las fuerzas ucranias de bombardear la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y que se encuentra bajo control ruso en Ucrania, desde donde zarpó otro carguero con grano gracias al acuerdo sellado para aliviar la crisis alimentaria global.

Desde el viernes, Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de los ataques en la planta de Zaporiyia, situada en el sur de Ucrania y tomada por los rusos desde marzo. Ninguna fuente independiente ha podido confirmar la veracidad de la acusaciones hasta ahora.

El bombardeo de la central «por las fuerzas armadas ucranias» es «potencialmente extremadamente peligroso» y podría «tener consecuencias catastróficas para una vasta zona, incluyendo el territorio europeo», advirtió el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El Ministerio ruso de Defensa afirmó el lunes que el último ataque la madrugada del domingo había dañado una línea de alta tensión que suministra electricidad a dos regiones ucranias.

El jefe de la agencia nuclear ucrania Energoatom, Petro Kotin, hizo a su vez un llamado para desalojar a los ocupantes rusos y crear una «zona desmilitarizada» en el recinto de la planta.

«Debería haber una misión de mantenimiento de la paz que incluya también a expertos del OIEA [Organismo Internacional de la Energía Atómica] y otras organizaciones de seguridad», continuó en un vídeo publicado en Telegram.

«Suicida»

«No hay ninguna nación en el mundo que pueda sentirse segura cuando un estado terrorista bombardea una central nuclear», reaccionó el domingo el presidente ucranio Volodimir Zelenski.

El OIEA consideró el sábado que los ataques representaban «la última de una larga serie de informaciones cada vez más alarmantes». Tras el ataque del viernes, uno de los reactores tuvo que ser apagado.

Cuando los militares rusos tomaron la planta días después de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, abrieron fuego contra uno de los edificios, provocando el riesgo de un accidente nuclear.

«Cualquier ataque a una planta nuclear es una cosa suicida», advirtió el lunes en Tokio el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

«Espero que esos ataques terminen y, al mismo tiempo, espero que el OIEA pueda acceder a la planta», agregó.

Fuente: La Jornada