El sector salud de Matamoros teme un posible rebrote de Cóvid-19 tras la celebración de los días de semana santa, sin embargo, no es por la presencia de los vacacionistas, sino por las reuniones familiares que se realizan en sitios cerrados e incluso abiertos.
Y es que según los médicos que monitorean los índices de cóvid en el estado, los repuntes en casos positivos confirmados se eleva cuando los ciudadanos realizan las tradicionales «carnes asadas», pues es cuando relajan las medidas de seguridad y dejan de usar gel antibacterial, lavarse las manos, respetar la sana distancia, saludar con el puño cerrado y sobretodo no portan el cubrebocas.
El doctor Alejandro Ramírez Moncada, Jefe de la III Jurisdicción Sanitaria con sede en Matamoros, aseguró que Matamoros no ha olvidado la catástrofe que vivió a mediados del 2020 cuando se presentó una ola de contagios que provocó innumerables muertes entre la población, por es emotivo se protegen andando en la calle, pero el problema se presenta durante las reuniones familiares o de amigos.
«Si te fijas la mayoría de las personas ya trae el uso del cubrebocas; seguimos teniendo como principal número de contagios al interior de las casas durante la «carnita asada», vamos, visitamos a nuestros familiares y ahí es donde nos quitamos el cubrebocas; osea, dentro de la convivencia que tenemos con ellos es donde realmente estamos teniendo los contagios», dijo.
Indicó que las pruebas de antígeno han sido un parteaguas para que los médicos del sector salud puedan detectar más rápido los casos y de esa forma crear en menos tiempo un cerco epidemiológico eficiente.
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