Las protestas en Los Ángeles continúan tras el despliegue de tropas federales y marinos ordenado por Donald Trump. Manifestantes denuncian que esta medida no solo no resuelve nada, sino que empeora la tensión en las calles. “La gente está enojada y que las autoridades respondan con violencia hace que nos enfurecemos cada día más”, expresó Isabella, una joven de raíces latinas que se unió a la movilización.
Frente al edificio federal del centro de la ciudad, decenas de personas exigieron la liberación de migrantes detenidos por ICE y el retiro inmediato de las fuerzas militares. La protesta fue pacífica, aunque se generaron momentos de tensión por la presencia de simpatizantes de Trump que intentaron provocar enfrentamientos.
El operativo migratorio, que se extenderá por un mes, ha sido duramente criticado por quienes consideran que busca sembrar miedo en comunidades vulnerables. “Que traigan a la marina… eso es para crear más miedo, pero nos da más razones para estar presentes”, declaró Alex Aguilar, joven local que apoya la causa por su familia y comunidad.
Los asistentes señalaron que la respuesta militar es una amenaza injustificada en una ciudad donde los migrantes forman parte esencial del tejido social. “Mis papás vinieron aquí porque tenían que salir de sus países. No es un crimen trabajar para mantener a tu familia”, agregó Alex, insistiendo en que no dejarán de alzar la voz.