A consecuencia de los altos costos de la carne y la poca venta de la misma, el cierre de carnicerías cada vez es mayor en esta localidad, aseguró César Dávila Guerra.
El ex empresario en el ramo, señaló que como ejemplo es su caso, que por años se dedicó a este oficio, sin embargo la falta de consumidores y los altos costos de la carne, provocaron que cerrara su establecimiento.
“En lo que va del año se ha incrementado hasta un 40 por ciento el precio de la carne, situación que la vuelve cara para la comunidad, quienes buscan los productos más económicos y poca demanda se tiene en este sentido”.
Explicó que como consecuencia se presenta el cierre de algunas carnicerías que eran una tradición en esta localidad, debido a que no hay ventas y mucho menos utilidades, por lo que resulta incosteable mantener este tipo de negocios.
Resaltó que los negocios no aguantan los precios tan altos que tiene la carne porque la gente deja de comprarlos o busca opciones al no alcanzar su salario para adquirir algún corte que puede tener un costo de hasta 300 pesos y citó como ejemplo la fajita.
Indicó que aquí la gente ha visto siempre como una opción la carne de pollo que resulta mucho más económica que cualquier otro tipo de corte.
Comentó que en Reynosa ya promueven el consumo de la carne de caballo ya que hasta el pescado y marisco resulta bastante caro como para convertirse en una opción para sustituir la carne de res o cerdo.