A pocos días de iniciar su segundo mandato, Donald Trump lanzó un amplio operativo de deportación que resultó en la detención de 538 personas en situación irregular y la expulsión de cientos más. Este movimiento fue presentado por la Casa Blanca como «la mayor operación de deportación en la historia», marcando el tono de las políticas migratorias que su administración planea implementar.
El mandatario, quien durante su campaña prometió tomar medidas severas contra la migración irregular, declaró emergencia nacional en la frontera con México y firmó una serie de órdenes ejecutivas relacionadas con el tema. Según Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, los arrestos y deportaciones se realizaron como parte de un esfuerzo por cumplir las promesas de campaña. «La mayor operación masiva de deportación en la historia está en marcha. Promesas hechas. Promesas cumplidas», afirmó en un comunicado en la red social X.
Entre las acciones destacadas, un avión militar partió del aeródromo Biggs en El Paso, Texas, con 75 a 80 migrantes a bordo, rumbo a Guatemala. «El presidente Trump está enviando un mensaje fuerte y claro al mundo entero: si ingresas ilegalmente a Estados Unidos, enfrentarás severas consecuencias», declaró Leavitt. Estas operaciones parecen ser un mensaje directo a quienes consideran cruzar la frontera sin autorización.
Durante su campaña, Trump utilizó un discurso agresivo contra la migración, calificando a los migrantes como «salvajes», «animales» y «criminales». Esta retórica busca justificar las medidas extremas que su gobierno está adoptando, en un país donde se estima que residen 11 millones de personas en situación irregular. El enfoque de su administración promete continuar siendo motivo de controversia a nivel nacional e internacional.
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