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NUEVA RESPONSABLE DE LA CIA DIRIGIÓ UNA CÁRCEL SECRETA DONDE SE PRACTICABAN TORTURAS

Gina Haspel de 61 años de edad, es la primera mujer que dirige la CIA

Haspel se unió a la CIA en 1985; es una espía con gran experiencia en operaciones clandestinas. Ha servido a varios lugares del mundo, notablemente en Londres a finales del 2000.

«Gina es una espía ejemplar y una patriota devota que aporta más de 30 años de experiencia en la agencia. También es una dirigente experimentada con una aptitud fantástica para realizar proyectos e inspirar a los que la rodean», declaró Mike Pompeo hace un año.

El diario EL MUNDO indicó que quizá el papel como responsable de operaciones clandestinas en prisiones secretas donde los presos eran torturados, podría ser un impedimento a la hora de dirigir a la CIA.

“Dirigió una prisión secreta en Tailandia donde los detenidos eran sometidos a simulaciones de ahogamiento y a otros malos tratos».

El diario estadounidense The Washington Post afirmó en su día, que Gina Haspel había estado implicada en 2005 en la destrucción de vídeos comprometedores sobre técnicas de «interrogatorio exhaustivo» aplicadas a la mayoría de detenidos en Tailandia.

La CIA mintió deliberadamente al Congreso de Estados Unidos y al entonces presidente de ese país George W. Bush con respecto al uso de torturas a sospechosos de pertenecer a la organización terrorista Al Qaeda. Fue un programa de violación de los Derechos Humanos»brutal», y «profundamente erróneo».

Un informe secreto sobre el programa de torturas de la CIA se realizó en 2014 por la Comisión de Inteligencia del Senado, pero el presidente actual de esta comisión (un republicano) intenta desde hace varios meses reunir todas las copias, para evitar filtraciones. Los demócratas creen que se quiere destruir todas las copias del informe y que la verdad sobre el programa de la CIA nunca vea la luz.

Un informe de 6.700 páginas, detalla los métodos de interrogatorio y las controvertidas condiciones de detención de los sospechosos, contra los que se utilizan técnicas prohibidas como la simulación de ahogamiento (‘waterboarding’) o la privación del sueño.