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Niño salvadoreño quiere cruzarse el Río Bravo

Ya falta muy poco para que inicien las clases

Los decesos del pasado fin de semana no generaron el mismo impacto en todos los migrantes, pues los más jóvenes al verse desesperados, desean ingresar al río Bravo para llegar a los Estados Unidos.

Jefersson, un niño de tan solo 7 años de edad, se detiene en las márgenes del río Bravo y ve pasar la camioneta de la Border Patrol por el lado americano, quienes circulan para evitar que los migrantes centroamericanos que esperan su turno en Matamoros utilicen como vía de escape el río para llegar a Estados Unidos.

A su corta edad, Jefersson conoce a la perfección la dureza de la vida salvadoreña y aunque sabe que no será fácil alcanzar el anhelado sueño americano, ya tiene como planes futuros pertenecer a la Policía del Condado para “atrapar maleantes”.

A Jefersson le exalta una pregunta, desea saber la forma en la que su mamá y él cruzarán hacia Estados Unidos, pues ya falta muy poco para que inicien las clases y le urge comenzar a aprender el idioma y tomar las materias que dejó pendientes en su natal El Salvador.

“Por el momento no puedo cruzar el río, ahora está más hondo y no sé nadar. Mi mamá y yo tenemos que cruzar pero aún no podemos y si no es por ahí dime tú, por dónde puedo llegar hasta allá (apunta a la bandera americana)”, dijo.

Inquieto como todo niño, Jefersson juega con una botella simulando que es una pelota e imagina que toma clases de natación para atravesar el caudal, pero aún a su pequeña edad, está consciente de que ese río es un cazador mortal para los humanos.

“¿Allí se ha muerto mucha gente?, yo solo quiero ir allá y vivir en una casa con mi mamá y dormir en una cama grande”, agregó.