Secretaria de Salud dijo que es inminente la llegada de esta enfermedad a la entidad.
Es inminente la llegada de la viruela del mono a Tamaulipas, reconoció la secretaria de Salud del estado, Gloria Molina Gamboa, quien destacó que ya van tres casos sospechosos en la entidad, el último es un niño de Reynosa cuyo resultado se confirma este viernes.
La funcionaria declaró que la propagación de la viruela símica, depende de las medidas preventivas que tome la población en general, sin embargo, hasta el momento después de una quinta ola covid-19 siguen sin entender, salen sin cubrebocas, no guardan la sana distancia y mucho menos gel antibacterial.
Con respecto al niño de 9 años de Reynosa, explicó que se atendió en un hospital particular pero al detectar que es sospecha de viruela del mono fue referido a la jurisdicción en ese municipio, se han hecho las pruebas y este viernes se dará a conocer públicamente el resultado.
Riesgo por vacaciones
Dijo que el mayor riesgo se mantendrá en lo que resta del verano por la llegada de turistas y el regreso de familias de este estado, que actualmente se encuentran vacacionando en otros estados o inclusive otros países.
Su llegada será importada como sucedió también con el covid-19 en el año 2020, por lo que se considera, que es un hecho que esta viruela llegará a la entidad de forma inminente, aunque no puede prever en cuánto tiempo sucederá esto.
A finales de mayo de este año, la Secretaría de Salud de Tamaulipas activó los protocolos de vigilancia por la viruela del mono.
El pasado 13 de junio, la Secretaría de Salud de Tamaulipas dio a conocer un posible caso de viruela del mono en Nuevo Laredo. Dos semanas después indicó que la paciente dio negativo a la enfermedad.
A principios de este mes, se dio a conocer que un turista que visitó playa Miramar y se alojó en un hotel del bulevar costero dio positivo a viruela del mono, por lo que las personas que tuvieron contacto con él estuvieron en vigilancia y días después se descartó algún contagio, además el hotel fue desinfectado.
Fuente: Milenio