Ha sido el mayor reparto de ayuda humanitaria desde que empezó la crisis en Siria hace casi ocho años: 118 camiones, 30 de ellos con artículos vitales de UNICEF con suministros sanitarios y nutricionales para unos 20.000 niños y madres, kits de higiene para más de 40.000 personas, kits recreativos y suministros educativos para más de 8.000 niños.
De acuerdo a un comunicado de prensa; Estos son solo algunas cifras que arroja la misión de UNICEF, Naciones Unidas y la Media Luna Roja Árabe Siria en Rukban, una zona donde el acceso a los servicios sanitarios es extremadamente limitado. En esta zona, no hay médicos titulados y en las clínicas no hay suministros suficientes (al menos ocho niños, la mayoría recién nacidos, han muerto en los últimos 2 meses).
«Los niños en Rukban y otras zonas de Siria siguen luchando por su supervivencia y necesitan ayuda humanitaria urgente. Este convoy nos ha permitido distribuir la ayuda que necesitan desesperadamente algunos de ellos. Es un paso, pero seguimos pidiendo que nos garanticen un acceso regular, sostenible e incondicional», asegura Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF.
«Los meses de invierno han sido increíblemente duros para las madres y niños de Rukban. Su salud está debilitada por la mala nutrición y sus condiciones de vida, extremadamente difíciles. Sin instalaciones médicas adecuadas ni personal médico cualificado, una simple complicación durante un parto puede ser fatal», explica Fran Equiza, representante de UNICEF en Siria, que acompañó al convoy.
Casi 3.000 niños en edad escolar en Rukban están fuera de la escuela debido a la masificación en las aulas, la falta de profesores cualificados y las dificultades económicas: 2.000 libras sirias al mes (unos 3,10 euros que cuesta la escuela) se convierten en algo inalcanzable para la mayoría de las familias, cuyas posibilidades de obtener ingresos son muy limitadas.
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