México no logró evitar los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio, que comenzarán a aplicarse el 12 de marzo. A pesar de los esfuerzos del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, en las negociaciones en Washington, el gobierno de Donald Trump mantuvo su postura. Las conversaciones entre ambas naciones no ofrecieron una solución antes de la entrada en vigor de los gravámenes, lo que aumenta las tensiones comerciales entre los países.
La imposición de estos aranceles afectará no solo a productos como autos, electrodomésticos, y materiales de construcción, sino también a artículos derivados del acero y el aluminio. México, que es uno de los principales exportadores de estos metales a Estados Unidos, verá cómo sus productos enfrentan nuevas barreras comerciales. Las medidas tomadas por Trump se suman a las que ya habían afectado a productos canadienses, mostrando la intensificación de la disputa comercial en América del Norte.