Los agricultores de Reynosa resienten los daños de las pasadas lluvias, pues la humedad no ha permitido terminen de trillar. De diez mil hectáreas de sorgo sin trabajar, un 40 por ciento de los sembradíos se ha echado a perder debido a que las constantes precipitantes hacen imposible continuar con la cosecha.
Isidro Nuñez Velazquez, coordinador de la Comisión Rural en el Cabildo de la ciudad, comentó que de cuatro mil 500 ejidatarios, un promedio de mil se vieron en la necesidad de suspender labores en el campo, porque el clima no fue favorable y la tierra no está en su punto.
«Ya comenzamos con ciertas pérdidas de producto, llovió demasiado y hay ejidos donde no se seca la tierra y lo que nos preocupa es que como todo, el sorgo también tiene su punto para levantarse, pero al no trillar se seca. De las parcelas que faltan por trabajar ya se perdió como el 40 por ciento de producción».
El regidor mencionó que para estas fechas ya debería de culminar la trilla, pero es difícil que las máquinas entren a las parcelas.
«No podemos hacer nada más que esperar, pues si metemos las trilladoras a la parcela se quedan atascadas».
Los campesinos están en espera de que las condiciones climatológicas mejoren para no perder su producto y al menos recuperar lo que invirtieron en la siembra.
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