El aire que respiramos nos está matando lentamente
Lo que no consideramos, es cómo nuestra sociedad entera es una máquina bien engrasada, bombeando los desechos y la contaminación necesaria para mantener este espectáculo imprudente y materialista en la carretera.
En la búsqueda de la riqueza y la ganancia, ignoramos los límites físicos muy reales de nuestros océanos, bosques y aire para proporcionar infinitas materias primas. E incluso si no los ignoramos, como seres humanos a menudo nos resulta difícil asociar nuestras acciones individuales con las tendencias globales.
Sabemos, por ejemplo, que el 95 por ciento de la población humana respira aire contaminado. En Dublín, sabemos que la contaminación del aire es causada por la quema de turba y madera en nuestras estufas y por la conducción de automóviles propulsados por combustibles fósiles, pero nos resulta difícil relacionar estas acciones cotidianas con las tendencias de un mayor número de casos de asma, ataques cardíacos e incluso La pérdida de IQ impulsada por la contaminación del aire.
Es bien sabido ahora que tenemos que reescribir nuestro contrato con la naturaleza para salvaguardar la vida en la tierra. Solo podemos hacer esto si observamos detenidamente cómo funciona el sistema.
Los carros que nos llevan a trabajar a tiempo; la comida que ponemos sobre la mesa; el empaque que usamos para poner nuestro almuerzo; La cuchara de plástico que usamos para mezclar nuestro café de la mañana: en cada una de estas áreas tenemos la oportunidad de presentar soluciones que emocionan y atraen a las personas. Necesitamos rápidamente hacer de la sostenibilidad el nuevo contexto para nuestra vida diaria.
Empecemos con la comida. No solo, como se detalla con mayor frecuencia, tenemos que cambiar por completo la forma en que producimos y consumimos alimentos. Para la mayoría de nosotros, la comida es ahora la forma más íntima en la que estamos conectados con el mundo natural a diario.
Al cultivar más alimentos en entornos urbanos, podemos ayudar a aquellos que consumen la mayoría de los alimentos y recursos a comprender de dónde provienen, comenzar a reconectarnos con el mundo natural e incluso mejorar nuestra salud mental y bienestar .
Tal vez tenemos que ver, probar y tocar los beneficios para nuestros cuerpos de estar más cerca de la naturaleza para realizarlos. Quizás al cultivar más alimentos en las ciudades, comenzaremos a darle un mayor valor al mundo natural. Quizás entonces apreciaremos mejor cómo dependemos de él para sobrevivir.
Airfield House en Dundrum, Dublín, es un excelente ejemplo de cómo la naturaleza y la producción de alimentos pueden existir dentro de los límites de una ciudad, con beneficios educativos y comunitarios. Recientemente han anunciado una asociación con Evocco , que ayuda a los consumidores a elegir alimentos que pueden prevenir la degradación del clima y mejorar la sostenibilidad.
GIY – Grow It Yourself es una organización enfocada en ayudar a las personas a cultivar sus propios alimentos en el hogar, ya sea que tengan un extenso jardín suburbano o solo el espacio suficiente para colocar una ventana.
Todo esto nos acerca a la naturaleza. Es parte de la solución para tratar nuestro aire contaminado. Las autoridades de la ciudad también, en muchos países, se han convertido en agentes dinámicos de cambio que impulsan los esfuerzos para mejorar la calidad del aire. Algunos han adoptado políticas para frenar el transporte y las emisiones de energía. Otros han promovido el uso de energías limpias y renovables.
Necesitamos toda esta acción, pero además de tratar nuestro aire a través de espacios verdes y producir alimentos en nuestras ciudades, debemos desactivar el flujo de contaminación tóxica en la fuente. Necesitamos que la industria, los empresarios y el sector privado cambien de la producción en masa de «cosas» baratas y rompibles a productos de calidad y más duraderos . Sostenibilidad y calidad ante volúmenes.
En lugar de esperar a que la contaminación del aire nos asfixie lentamente, recuperemos el poder para hacer crecer nuestras propias soluciones. Disfrutemos de los beneficios de más vegetación en nuestras ciudades y desarrollemos nuestro camino hacia un aire más limpio, una ventana a la vez.
Fuente: Unenvironment