Israel ha reanudado los ataques a Gaza, dejando más de 400 muertos y 500 heridos, con un aumento probable de víctimas. El gobierno de Netanyahu rompió el alto al fuego desde el 19 de enero, afirmando que los bombardeos se dirigen contra Hamás. El ministro de Exteriores israelí explicó que la ofensiva responde al estancamiento en las negociaciones con la organización palestina.
Entre los fallecidos están altos funcionarios de Hamás, incluido Essam al Dalis, jefe de gobierno del grupo. Hamás acusó a Estados Unidos de ser cómplice de la violencia, al haber sido informado de los ataques. La situación humanitaria empeora, con hospitales saturados y un llamado urgente a donar sangre.
La reanudación de los bombardeos ha golpeado zonas civiles, incluidas escuelas y áreas humanitarias, mientras las familias de los rehenes israelíes expresan su decepción por la falta de progreso en las negociaciones.