Un exalumno de 18 años de edad se “hizo estallar” con un artefacto explosivo este lunes en una escuela ortodoxa de Rusia situada junto a un convento cerca de Moscú, lo que dejó como resultado 10 estudiantes heridos.
El ataque tuvo lugar en una escuela ortodoxa situada junto al convento Vvedensky Vladychny, del siglo XIV, en la localidad de Sérpujov, a unos 100 kilómetros al sur de la capital de Rusia, informó el ministerio del Interior de la región de Moscú en un comunicado.
“Un exalumno de la escuela, de 18 años, entró y se hizo estallar”.
Ministerio de Rusia
Una representante de la comisión de investigación, Olga Vradii, dijo que el sospechoso quedó herido en la explosión y está en cuidados intensivos, por lo que los investigadores no han podido hablar con él. Según Vradii, el agresor “quería suicidarse” haciéndose estallar.
Además, “hay 10 niños heridos”, dijo la comisionada regional en Rusia para los derechos de los niños, Ksenia Mishonova, en Telegram, explicando que nueve de ellos estaban en el hospital pero que “nada amenazaba sus vidas”.
“Sentí olor a quemado y el profesor del colegio dijo que hubo una explosión (…). Muchos niños lloraron”, dijo uno de los alumnos, Denis Riabov, al salir de la escuela acompañado de su madre.
Según la agencia Tass, que cita fuentes policiales, el autor del atentado planeaba activar “su artefacto explosivo casero durante las oraciones de la mañana en la escuela, pero se hizo estallar en la entrada”.
Se desconocen los motivos del exalumno del centro educativo en Rusia, donde estudian menores de entre 7 y 16 años desde 2001.
El Comité de Investigación de Rusia, responsable de los principales casos penales del país, ha abierto una investigación por “intento de asesinato” y “tráfico de explosivos”.
“La Iglesia, incluso en las escuelas, tiene que tratar con adolescentes que no son fáciles, cuyas vidas han sido devastadas. Y seguiremos trabajando con todos los niños”, dijo el portavoz de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, Vladimir Legoyda, expresando también su “dolor”.
Los atentados con explosivos o los tiroteos en las escuelas se han hecho más frecuentes en los últimos años, lo que ha llevado a un endurecimiento de las leyes sobre el porte de armas ordenado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Con estas reformas, la edad para adquirir armas de caza en Rusia se elevó de 18 a 21 años, como ya ocurría con las armas convencionales, y se introdujo un examen médico reforzado.
FUENTE: UNOTV