El gobierno mexicano está cerca de lograr que se retire el arancel del 50% que Estados Unidos impuso al acero nacional. Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Economía, explicó que las autoridades estadounidenses podrían tomar una decisión definitiva en los próximos días. En entrevistas recientes, mencionó que sostuvo encuentros con Howard Lutnick, secretario de Comercio, y Jamieson Greer, representante comercial de EE.UU., a quienes presentó argumentos sólidos para que México quede excluido del impuesto, resaltando que el flujo de acero hacia territorio mexicano desde EE.UU. es incluso mayor.
Durante las reuniones se entregó un análisis que detalla el impacto económico negativo de esta medida arancelaria, especialmente en la generación de empleos en la región. Ebrard señaló que el objetivo es lograr una exención total, similar a la que ya se aplicó al Reino Unido. También indicó que se llevarán a cabo reuniones técnicas para revisar a fondo los efectos de esta política y cómo puede resolverse desde el ámbito político.
El funcionario reconoció que las exportaciones mexicanas han disminuido, como resultado directo del arancel, y que este efecto podría acentuarse. Tan solo en abril, el valor de los productos mexicanos que ingresaron al mercado estadounidense fue de 41 mil 869 millones de dólares, lo que representa una baja del 2.7% respecto al mismo periodo del año anterior. En respuesta, el gobierno está colaborando con la industria automotriz para aumentar el contenido nacional en los productos y cumplir con las disposiciones del T-MEC.
En otro evento público, Ebrard adelantó que pronto se darán a conocer nuevas inversiones en el país, las cuales buscan mitigar los efectos negativos del arancel. «Vamos a acelerar las inversiones en nuestro país, (y) elevar el contenido nacional», afirmó. También destacó la fortaleza reciente del peso mexicano frente al dólar, asegurando que esto refleja la confianza de los inversionistas en el rumbo económico de México.