El gobierno de Estados Unidos ha retirado los permisos que permitían a varias empresas, incluida la española Repsol, exportar petróleo desde Venezuela. La medida, que afecta también a la estadounidense Global Oil Terminals y a la francesa Maurel et Prom, obliga a estas compañías a cesar sus operaciones en el país sudamericano antes del 27 de mayo. Según fuentes citadas por Bloomberg y The Wall Street Journal, la administración de Donald Trump busca reforzar las sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Las empresas afectadas operaban en Venezuela bajo licencias otorgadas por el Departamento del Tesoro de EE.UU., las cuales les permitían comercializar crudo de PDVSA sin ser penalizadas por las restricciones impuestas por Washington. Además de la prohibición de exportación, Global Oil Terminals deberá finalizar todas sus transacciones con la petrolera estatal venezolana antes del 2 de abril, liquidando cualquier pago pendiente por la compra de asfalto.
Por otro lado, la administración estadounidense ha puesto un plazo hasta el 27 de mayo para que Chevron ponga fin a sus operaciones en Venezuela. Con esta decisión, EE.UU. intensifica la presión sobre el gobierno de Maduro, limitando aún más la capacidad de PDVSA para comerciar su petróleo en el mercado internacional.