El Departamento del Interior de Estados Unidos anunció el cambio de nombre del Golfo de México a «Golfo de América» como parte de una iniciativa impulsada por el expresidente Donald Trump. Según el comunicado, esta modificación busca honrar el legado y patrimonio estadounidense, y su implementación será inmediata para uso federal. Asimismo, el monte Denali, en Alaska, recuperará su antiguo nombre, monte McKinley, revirtiendo una decisión tomada durante el gobierno de Barack Obama.
El cambio del nombre del Golfo de México ha generado controversia, aunque el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ya lo utiliza en documentos oficiales, como informes meteorológicos. El Departamento del Interior destacó que esta región costera es crucial para la economía estadounidense, debido a sus vastos recursos naturales, puertos y caladeros que fortalecen el comercio y la producción energética del país.
El comunicado describe al «Golfo de América» como un activo estratégico para la prosperidad de Estados Unidos, y enfatiza la importancia de sus aportes históricos y económicos. Sin embargo, en México, la presidenta Claudia Sheinbaum señaló que este cambio no afecta la denominación del golfo dentro del territorio nacional, donde continuará siendo conocido como Golfo de México.
En cuanto al monte McKinley, el cambio obedece a un reconocimiento histórico, ya que, según The New York Times, el expresidente William McKinley no tuvo vínculos con Alaska. El pico había sido renombrado como Denali en respuesta a demandas de comunidades nativas, pero ahora recupera su denominación anterior como parte de este proceso de restauración de nombres en Estados Unidos.