Algunos ya lucen secos
El proyecto de reforestación de la parte trasera del museo del ferrocarril que se echó a cuestas el colegio San Jorge de esta ciudad quedó en el olvido, pues a casi un mes de que plantaron más de 50 encinos, algunos ya lucen secos.
El proyecto del colegio constaba de que los alumnos y sus padres plantarían una fila enorme de árboles para dar una mejor vista a esa área de la ciudad y contribuir a bajar los índices de contaminación que puede existir en esta ciudad.
Los vecinos del sitio dijeron ver a los miembros del colegio plantar los árboles, pero desde ese día nadie regresó a darle seguimiento a la planta que compraron para donarlos al plantel.
Según expertos en botánica, los árboles que plantaron en ese sector son Encinos, cuyo costo en el mercado rebasa los mil pesos, pero aún así nadie volvió a darles el mantenimiento que necesitan para sobrevivir.
“Los árboles lucen secos, algunos otros enmontados. La gente que vino a plantarlos no sabe que hay que echarles agua y podarlos. Hay personas que viven por aquí que van y riegan algunos que les quedan cerca, pero lo que pusieron lejos, esos se han ido acabando poco a poco”, dijo.
A lo largo de las vías del ferrocarril se observan los árboles que fueron comprados por los padres de familia, sembrados por los alumnos y olvidados por el plantel.