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¿EL MATAMOROS QUE MERECEMOS?

JESÚS DE LA GARZA ¿DE NUEVO PRESIDENTE?

POR: Norma RODRÍGUEZ

Las campañas electorales han sacado a la luz pública las carencias por las que atraviesa Matamoros, pues cada uno de los candidatos a la diputación federal y al Senado de la República recibe las mismas quejas en cada colonia: sacar a esta ciudad del pozo en el que se hunde día tras día.

Anto Tovar García, Verónica Salazar Vázquez, Adriana Lozano Rodríguez, Emilio Castañeda y cada uno de quienes aspiran llegar al poder, han prometido a cada ciudadano que saludan, la compostura de sus calles, un mejor sistema de recolección de basura, un eficaz trabajo en el alumbrado público, dejando al descubierto la poca capacidad del actual gobierno por solventar las necesidades de sus gobernados.

INVERSIONES MILLONARIAS SE FUERON A LA BASURA

Cuando Jesús Juan de la Garza Díaz del Guante tomó posesión como alcalde de Matamoros, prometió mantener un sistema de recolección de basura a la altura de esta ciudad, para lo cual invirtió millones de pesos en la renta de 20 camiones de la empresa PASA, los cuales costaron 120 mil pesos por mes -dinero derrochado porque el gusto solo duró unos meses-, ya que las condiciones en las que se encuentran las calles no son idóneas para garantizar la operatividad de las unidades por tiempos considerables.

El proyecto anunciado y arrancado con bombo y platillo, no dio los resultados esperados. Al primer semestre de su mandato, a Jesús “Chuchín” de la Garza como lo conocen sus amigos, ya le llovían quejas y reclamos por acumulamiento excesivo de basura en las colonias:

Habitantes de colonias como La Amistad, 14 de febrero, Las Brisas, Industrial, Los pinos, Fraccionamiento los Ángeles, Infonavit Buenavista -solo por mencionar algunas-, alzaron la voz para recordar al presidente municipal que una de sus promesas de campañas fue librar a Matamoros de la basura. Esas promesas el viento se las llevó.

El problema de la recolección de basura se recrudeció durante los meses de intenso frío, pues los camiones no trabajaron durante días consecutivos, a lo que el presidente, -cobijado por su departamento de servicios públicos y Manlio Villar director de limpieza pública-, justificaron la ineficacia de proyecto fallido adjudicando la situación a un permiso que se les otorga a los empleados de campo sindicalizados, de no trabajar si la temperatura se encuentra a cinco grados o menos.

Lo más preocupante es que, a semanas de que comiencen las campañas electorales para quienes desean sentarse en la silla presidencial, los matamorenses que siguen paseando por sus calles y banquetas las encuentran llenas de bolsas de desperdicios en las esquinas y colgadas en las cercas y postes de energía eléctrica y de telefonía celular.

LAS CALLES SE DESTRUYEN A PEDAZOS

Mientras el alcalde en turno busca a toda costa evitar dejar su puesto para pelear por extender su mandato tres años más, las calles de Matamoros se hunden entre los baches y las fugas de aguas negras provocados por las tuberías en mal estado, -problema que también prometió resolver desde que fungía como gerente general de la Junta de Aguas y Drenaje de esta ciudad- sin que al momento se haya dado algún resultado.

Para muestra de lo anterior, basta visitar las primeras calles del fraccionamiento Villa Las Torres, donde sus habitantes tienen que lidiar con el mal olor y la consistencia del drenaje acumulado en sus aceras y banquetas, mismo que se salió por las coladeras callejeras y por los sanitarios de los vecinos, por lo cual, los colonos prometieron castigar al alcalde negando su voto en este proceso.

Otra colonia que atraviesa por malos y olorosos momentos es Praderas II; cada calle, cada esquina y cada rincón sufre el mismo problema: la presencia de aguas negras, cuyo color se convirtió de oscuro a verduzco al haber estado estancadas por más de un mes en las calles con peor situación y en pésimo estado debido a los baches.

Además de lo anterior, el acceso al fraccionamiento Jardines de San Felipe está completamente intransitable, pues los baches se han apoderado del pavimento mal aplicado, y aunque los habitantes del lugar ya buscaron el apoyo por todos los medios posibles, no han tenido una respuesta. Sin embargo, están conscientes de que es cuestión de tiempo para que sus súplicas sean escuchadas, pues los candidatos, entre ellos Chuchín de la Garza, acudirán a ese sector de la ciudad a solicitar el voto.

LOS HABITANTES QUIEREN SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS

Los habitantes de Matamoros esperan una solución pronta a sus problemas de bacheo y pavimentación. Con paciencia esperan ver la culminación de las 365 calles que, según las promesas de campaña de Jesús de la Garza, serían pavimentadas anualmente.

De voz del propio alcalde se dio a conocer que el programa de pavimentación de una calle diaria, en realidad se traduce como la reparación de tramos dañados, que al final en suma, resultan los 900 metros que generalmente mide una calle completa.

Cabe hacer mención, que el proyecto de rehabilitación de la avenida Sendero Nacional, es una obra que ejecutó Jesús de la Garza, y que en los libros de historia registrará que fue él quien ordenó que se eliminaran los múltiples baches de esa arteria vial, sin embargo la gestión, planeación de la obra y la solicitud del recurso, fue trabajo de la ex alcaldesa Norma Leticia Salazar Vázquez, quien además consiguió que el Gobierno Federal le autorizara más de 60 millones de pesos para su reparación.

La mayoría de las calles rehabilitadas con concreto hidráulico fueron gestionadas por la pasada administración, éstas han sido ejecutadas por Jesús de la Garza. No obstante, algunas de las obras municipales sí han sido ideadas por el alcalde Chuchín, un ejemplo de ellas es la remodelación de la plaza principal, la cual consiste en reparar las calles Quinta, Morelos y González. Esta idea no fue del todo limpia; dentro de los cambios contemplados, no estaban incluidos los boleros, quienes tienen más de 50 años trabajando en el lugar.

Para garantizar su estancia en la plaza, los aseadores de calzado sostuvieron reuniones con el alcalde, quien al final aceptó que los boleros se quedaran en sus puestos, pero la suerte no fue la misma para los taxistas, quienes fueron movidos de su parada oficial que se encontraba en la calle González entre 5 y 6 sobre un costado de la plaza principal, pues dentro de la remodelación se pretende eliminar el espacio para estacionarse; lo cual afecta principalmente a los taxistas, quienes hoy se colocan frente a la plaza principal obstaculizando uno de los carriles de la calle sexta frente a la presidencia.

Además de esto, las reparaciones prolongadas de la Calle Cinco, han pegado en la economía de quienes tienen sus negocios por esa calle, pues el paso del tiempo sin avances ha generado un descenso considerable en sus ganancias, pues la dificultad para transitar hace la gente opte por buscar negocios de fácil acceso, ocasionando ya el cierre de algunos de ellos.

Próximamente, estaremos reportando sobre la ejecución de estas obras, los funcionarios y personas cercanas al alcalde que se han visto beneficiados con estos proyectos.