En un nuevo revés legal para el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, un juez federal determinó iniciar formalmente otro proceso en su contra, esta vez por acusaciones vinculadas al uso de recursos de origen ilícito. Esta resolución responde a investigaciones que lo relacionan con actividades financieras irregulares durante su paso por el gobierno estatal.
La Fiscalía General de la República señala que el exmandatario habría mantenido vínculos con una red criminal asociada al Cártel del Golfo, y que presuntamente recibió beneficios económicos provenientes de esa organización tanto en el ejercicio de sus funciones como después de haber concluido su cargo. Esos fondos, según la acusación, fueron utilizados para adquirir al menos tres propiedades, algunas de ellas en el extranjero, a través de prestanombres.
El origen de estas indagatorias se remonta a 2009, cuando un testigo protegido presentó una denuncia que lo implicaba directamente en actividades relacionadas con el narcotráfico y el lavado de capitales. La información ofrecida por dicho testigo sostenía que el político permitió que se cometieran delitos contra la salud mientras ocupaba la gubernatura y que también ejecutó operaciones financieras irregulares como parte de ese esquema.
Actualmente, Tomás Yarrington se encuentra recluido en el penal federal de máxima seguridad ubicado en Almoloya de Juárez. Tras haber sido deportado por autoridades estadounidenses el pasado 9 de abril, un juez le impuso días después una medida formal por delitos relacionados con el fomento a actos delictivos vinculados con el tráfico de drogas.