Algunos lo niegan y otros explican que es para cocinar sus alimentos
En los últimos meses, el Laguito de Matamoros ha sido testigo de una preocupante situación: la reforestación ilegal llevada a cabo por migrantes que buscan satisfacer sus necesidades básicas. Estos migrantes, principalmente venezolanos, se han visto obligados a arrancar las ramas de los árboles para utilizarlas como leña y poder cocinar sus alimentos.
Michael, un joven venezolano que ha estado viajando durante meses junto a su esposa y sus dos hijas menores de cinco años, manifestó que su intención no es estorbar ni dañar la ecología local. Sin embargo, debido a la falta de recursos y alternativas, se han visto obligados a recurrir a prácticas que afectan negativamente al entorno natural.
La reforestación ilegal llevada a cabo por estos migrantes ha tenido consecuencias perjudiciales para el ecosistema del Laguito de Matamoros.
Otro aspecto preocupante es la falta de conciencia ambiental observada en algunos migrantes. Algunos han abandonado sus preparaciones y siguen haciendo fogatas en el parque, lo que representa un riesgo de incendios forestales y pone en peligro la seguridad de la comunidad local.
La situación en el Laguito de Matamoros resalta la complejidad y los desafíos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de una vida mejor. Es necesario encontrar soluciones que aborden tanto las necesidades humanitarias como la protección del medio ambiente, promoviendo la coexistencia armoniosa entre las comunidades migrantes y los ecosistemas locales.
Ante la opción de poder trasladarse al albergue que el ayuntamiento de Matamoros habilitó para ellos, señalaron que están dispuestos a trasladarse para aquel sitio, pues lo que buscan es estar seguros y cómodos en un lugar que les permita esperar la cita con el gobierno americano en la comodidad y seguridad para los niños principalmente.
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