Es necesario que el nuevo gobierno quite a malos reguladores, sentencian especialistas en juicios orales
Los abogados aseguran que ante la llegada de un nuevo sexenio en Tamaulipas se requiere la renovación del sistema enfocado a impartir justicia, el cambio de jueces y, sobre todo, una mayor inversión que ayude a tener más juzgados, más instalaciones y personal.
En el marco del día del abogado en México, los especialistas del derecho plantean necesidades específicas como “un análisis de la función de la acción que hacen los jueces familiares y civiles” a efecto de mejorar el servicio del Supremo Tribunal de Justicia hacia la sociedad.
Eustacio Reyes Hernández, coordinador nacional de la Federación de Abogados Especialistas en Juicios Orales, aseguró: “hay jueces muy buenos pero también muy malos, así que entra una nueva administración y si pretenden transformar la administración de justicia, deben quitar a estos jueces que manchan la reputación y manchan la administración de justicia”.
Una de las propuestas es que el presidente del Supremo Tribunal de Justicia y el Fiscal General de Justicia de Tamaulipas sean originarios de la entidad “para que de esta manera conozcan realmente las necesidades de las fiscalías, las necesidades de los juzgados civiles, penales y familiares”.
Una de las principales quejas de ciudadanos y abogados ha sido la necesidad de cosas básicas como copias, así como el personal que ayude a la recepción de las denuncias y su desahogo, lo que pueda dar mayor fluidez.
“Existe una necesidad de mayor inversión para todo el sistema, porque sabemos que hoy en día las necesidades son de más espacios, más juzgados y más personal”, subrayó Reyes Hernández.
Una de las necesidades, por las cuales hacen énfasis en más espacios, es porque se requieren juzgados civiles y, por ejemplo en el sur del estado, dos juzgados civiles familiares.
El personal es fundamental, por ende se requieren secretarios de acuerdos en cada uno de los juzgados, secretarios relatores y más oficinistas, ante el aumento de los conflictos y de la misma población.
Fuente: Milenio