En fila cientos de migrantes desafían al gobierno americano
La culminación del título 42 que restringe el acceso a Estados Unidos a personas de países considerados como puntos de contagio de enfermedades de rápida propagación originó que una horda masiva de migrantes venezolanos se echaran a las turbias aguas del rio Bravo con el fin de ser detenidos y presentar al gobierno americano una solicitud de asilo político.
El llanto de los bebés de brazos, de los niños sobre los hombros de sus padres y de aquellos que temen a la muerte no fue una razón suficiente para que los centro y suramericanos se queden en Matamoros esperando que la aplicación de CBP ONE les otorgue una cita ante el gobierno de EEUU para buscar una oportunidad de quedarse allá de forma legal.
Del otro lado ya los esperan los elementos de la Patrulla Fronteriza, quienes los detienen y en cuestión de horas los regresan a México pero por fronteras muy lejanas a Matamoros, esto para evitar que en poco tiempo los migrantes intenten de nuevo llegar a los Estados Unidos ilegalmente, sin embargo, a decir de la presidente de la Asociación Civil “Ayúdalos a Triunfar”, Gladys Cañas, esto los deja vulnerables porque los regresan sin dinero y sin documentos oficiales.
Cabe señalar que ante esto, el presidente Joe Biden pretende militarizar la frontera doblando el número de tropas para detener y procesar a los migrantes que ingresen de forma ilegal, quienes además tendrán una sanción de cinco años sin poder ingresar a los EEUU y tampoco podrán pedir después un asilo humanitario.
Los medios masivos de información dan cuenta de que EEUU prevé el ingreso de 10 mil migrantes una vez que se haya detenido la implementación del Título 42 del Código de los Estados Unidos, por lo cual también prevé acelerar el proceso de examinación de los solicitantes al asilo político en 24 horas y deportar a quienes no cumplan con los requisitos en un máximo de un par de semanas.
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