El encierro por pandemia ya no se considera un factor que haya detonado la agresión en el atacante
Tras darse a conocer la noticia de que un hombre en la colonia Modelo en Matamoros, Tamaulipas presuntamente asesino a sus hijastros, el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de esta ciudad señala que el atacante de los niños debió presentar señales de alerta a sus familiares como trastorno del sueño, incremento de la ira y violencia.
Viviana García, titular del área de psicología del DIF local, explicó que el presunto implicado en el homicidio de los dos menores cuyas edades oscilaban entre los 5 y 8 años el menor y los 10 y 14 la mayor, tuvo que haber tenido episodios en los que el enojo y la ira salió intempestivamente de su cuerpo en contra de quien haya estado cerca de él.
“También pudo haber tenido estrés, ansiedad o falta de contención de la ira; yo siempre les he dicho a los familiares, en cuanto observen una conducta fuera de lo normal para ellos deben actuar, es decir, nosotros en la casa sabemos cómo se portan nuestros hijos, nuestro esposo o la esposa y cuando ya hay una conducta de todo lo contrario de lo habitual entonces ahí tenemos una señal de alerta que tenemos que ver», dijo.
Aseguró que el personal del DIF de Matamoros ofrecerá sus servicios psicológicos a la familia de los niños que fueron atacados y muertos por su padrastro con el fin de ayudarles a sobrellevar el amargo proceso de duelo por que van a atravesar por el fallecimiento de los menores de edad.
Descartó que el confinamiento por la pandemia que atraviesa el mundo haya sido un facto que lo llevó al desespero que culminó con la muerte atroz de dos pequeños cuyo único error fue vivir en el mismo sitio que la persona psicológicamente.