Matamoros, Tamaulipas.– Andy Galván ya está en casa. Luego de casi un mes internado en el Hospital Infantil de Ciudad Victoria, el niño de 11 años volvió a Matamoros con un estado de salud estable y rodeado del cariño de su familia.
Su madre, agradecida por el apoyo recibido, hizo un llamado fuerte y claro a los pacientes del Hospital General de Matamoros: “No se queden callados ante las negligencias médicas o los malos tratos. Nosotros hablamos, denunciamos, y eso salvó a mi hijo. Todos merecemos ser tratados con respeto y dignidad”.
Andy, por su parte, agradeció a quienes estuvieron al pendiente de su salud. “Gracias a todos los que me ayudaron”, expresó con una sonrisa.
Aunque el diagnóstico completo aún está en proceso y se esperan más estudios, Andy ha superado la etapa más crítica. Su historia deja un mensaje claro: cuando la sociedad se une y alza la voz, se pueden salvar vidas.
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