En Huimanguillo, Tabasco, cerca de dos mil cabezas de ganado han sido enterradas en la última semana debido a la muerte masiva de reses por el consumo de pollinaza contaminada, según informes de los ganaderos locales. Felipe Valencia Carranza, ganadero de la zona, relató que su familia ha perdido gran parte de su patrimonio a raíz de este envenenamiento, que también ha afectado a otros ranchos cercanos.
El ganadero explicó que, para evitar más contaminación, las reses muertas están siendo enterradas con cal, y aunque su rancho antes producía mil litros de leche diarios, ahora ha quedado sin nada que vender. La Asociación Ganadera de Huimanguillo ha confirmado que otros ranchos también han perdido gran parte de su ganado. Se estima que al menos 700 reses han muerto en la región debido a la intoxicación por el consumo de la pollinaza contaminada.
El problema ha afectado gravemente a los ganaderos, quienes alertan sobre los riesgos para la salud pública y aconsejan evitar la compra de carne de dudosa procedencia. La situación sigue empeorando a medida que más animales enferman y mueren, lo que ha causado una gran preocupación entre los productores locales.
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