El polvo que cae en los tarros de agua que se vende en las esquinas
Las manadas de impacto de perros callejeros pueden provocar problemas en la salud de los ciudadanos, principalmente en los matamorenses que gustan de ingerir aguas frescas de la vía pública.
Cesar Eladio Leal Cisneros, coordinador del área de zoonosis de la III Jurisdicción Sanitaria de Matamoros, dijo que el principal problema es que los perros callejeros hacen sus necesidades en la vía pública, la cual se seca y deshace con el paso de los días, convirtiéndose en parte del polvo que cae en los tarros de agua que se vende en las esquinas.
«Los perritos no saben, ellos hacen popo donde quiera y como nadie se hace responsable no la levantan, las heces se hacen polvo y este se cuela a través de las tapas superficiales que se colocan en los tarros contenedores del agua», dijo.
Indicó que una de las recomendaciones que emitió el sector salud es no dar agua ni comida a los perros callejeros que habitan en zonas con alta densidad poblacional, pero esta medida fue criticada y rechazada por la sociedad.
Aseguró que la sociedad en general debe abstenerse de ingerir aguas frescas cuyo punto de venta se encuentre en un sitio contaminado, como cerca de un solar baldío, frente a una fuga de aguas negras o en los canales.
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