Mas de 150 casos se han registrado en el estado en tres meses
Como una pandemia social se ha catalogado al problema del acoso escolar en Tamaulipas, pues en tres meses, se han presentado 152 casos en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (Codhet), por lo que las autoridades se pusieron en alerta ante la cantidad de reportes que se han estado registrando en los principales municipios.
Datos proporcionados por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas, dan a conocer que en términos generales, se han atendido a más de 200 asuntos en materia educativa, de los cuales, en relación a los casos de acoso escolar o agresión entre alumnos, se puede desglosar que llevan 34 quejas, 28 asesorías, 40 gestiones, 23 medidas cautelares y 27 acompañamientos.
Este problema va mucho más allá de una simple liberación de energías negativas de los muchachos considerados como “problemáticos”, pues en la mayoría de los casos, se trata de jóvenes que no solamente provienen de familias integradas por padres ausentes, sino que en algún momento de su vida, también han sufrido algún tipo de violencia o, que cohabitan en círculos violentos rodeados de pobreza y falta de interés de parte de sus familias hacia ellos.
En Matamoros, se han registrado 13 asuntos escolares que tienen que ver con el bullying o acoso escolar, de los cuales, cinco son quejas, cuatro son asesorías, dos son gestiones y otras dos ya son medidas cautelares.
El sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de esta localidad, ha documentado un incremento considerable de atenciones psicológicas en estudiantes que buscan ayuda para enfrentarse al Bullying que sufren en las escuelas, cifras que se elevaron también en este año que acaba de comenzar.
Viviana García, titular del área de psicología del DIF de Matamoros, aseguró que en semanas anteriores atendían de uno a dos jóvenes con este problema, pero de unas semanas hacia acá, la cifra se duplicó y ahora por semana atienden hasta cuatro casos de niños y jóvenes víctimas del acoso escolar.
“En algunas ocasiones, los casos son detectados por los maestros, en estos tiempos, los maestros están muy sensibles a estos temas y las instituciones se han acercado a nosotros en busca de atención o también vienen los padres de familia en busca de apoyo y vienen por voluntad propia y en muchas ocasiones no vienen precisamente por ser víctimas de Bullying sino que ya en la terapia la psicóloga se da cuenta de que el paciente, o es víctima o es acosador”, dijo.
Concordó con la Codhet en que los niños que son “abusadores”, reflejan su actitud por una carga emocional negativa que ya traen desde su casa y que los obliga a reaccionar violentamente en contra de sus compañeros que son de carácter más débil.
En cuanto a los niños que son víctimas, la psicóloga del DIF mencionó que en muchas de las ocasiones, se trata de menores que se dejan agredir debido a que en sus hogares, también son atacados con gritos o golpes por sus padres, lo que los hace asociar a una acción “normal”, el hecho de que otras personas también los ataquen de esa manera.
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