Los padres optaron por reforzar las puertas y ventanas de los salones de clases
La práctica constante de allanamiento a los planteles educativos en Matamoros elevó las esperanzas de quienes se emplean como veladores de ser contratados para cuidar de noche las escuelas, pero la incertidumbre que causa el desconocer a los actores, impide solicitar la colaboración de los vigilantes, pues incluso, su vida misma puede correr peligro.
Uno de los planteles educativos que se enfrentó al ataque de los maleantes es la escuela primaria Lázaro Cárdenas del Río ubicada en la colonia San Rafael de esta ciudad, donde los individuos hicieron tantos destrozos que los alumnos no pudieron retomar sus actividades escolares del nuevo ciclo en su salón hasta que fue totalmente remodelado.
El Maestros Héctor Díaz Sánchez, supervisor de la zona escolar 63 en esta ciudad, explicó que dado a que los agremiados al sindicato de veladores no tienen permitido la portación de armas que les permitan defenderse a sí mismos y a las instituciones en dado caso de que no sean simples merodeadores quienes irrumpen en el plantel, es imposible que se haga uso de un velador.
“La cuestión de veladores obedece a una condición también extrema, no sabemos quién nos vino a hacer los daños, pero también nuestros veladores o el síndicato de valores, creo que no tiene la posibilidad de portar armamento o una condición que les permita portar armamento o una condición que en caso de que no fueran simples merodeadores los que perpetraran el daño a las escuelas, pudiera generar algún conflicto de que ahora tenemos que cuidar al velador porque hay riesgo de su seguridad en él”, dijo.
Señaló que ante este inconveniente, los padres de familia han optado por reforzar las ventanas con cemento extra así como las cadenas y los candados de las puertas de entrada a las aulas y a la institución educativa, sin dejar de lado las oficinas de la supervisión.
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