Se calcula que en Tamaulipas ya hay más de 500 casos registrados en más de dos años de pandemia
En solo 10 días de agosto ya hay cinco casos de suicidios en Tamaulipas, problemática derivada de la crisis de salud mental que trajo la pandemia y que se calcula ha dejado ya más de 500 decesos por esta causa.
Los casos han ido en aumento. Ante ello, especialista urge al sector salud a activar estrategias para atender la crisis de salud mental y emocional que se agudizó con la llegada del covid-19, para evitar más tragedias.
Información vía Plataforma Nacional de Transparencia de la Fiscalía General de Justicia del Estado, detalla que en Tamaulipas durante 2020 ocurrieron 227 suicidios, mientras en 2021 fueron 251, es decir, 478 durante esos dos años de pandemia.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en sus estadísticas de defunciones por este motivo, en 2019, antes de la contingencia sanitaria, la cifra anual fue de 185 registros, lo que refleja un aumento del 35.6%.
La FGJE dará a conocer la cifra correspondiente al 2022, sin embargo, tan solo en lo que va del presente mes hay al menos cinco casos de personas que decidieron quitarse la vida, calculándose que ya se rebasaron los 500 suicidios tras la pandemia en la entidad.
Por lo que respecta a agosto del presente año, tres de los sucesos ocurrieron en un lapso aproximado de 24 horas, el pasado lunes, dos en la fronteriza ciudad de Matamoros y uno en la zona conurbada.
En este mes, se ha tomado conocimiento de la defunción de una mujer en Altamira y un joven en Tampico que pasaban por problemas de depresión, ella por cuestiones familiares y económicas y él por no haber podido presentar su examen profesional.
El fenómeno de los suicidios marca un incremento que va más allá de un tema estadístico, señaló el psicólogo Ricardo Flores, pues advierte se trata de un problema de salud pública no atendido, donde urgen estrategias al respecto, porque no se están implementando.
“La salud mental de la población es un foco rojo que no se ha querido voltear a ver, el problema no surgió con la pandemia pero sí lo agudizó y lejos de irse resolviendo va en aumento”, expuso.
Reiteró que no hay políticas gubernamentales que se esfuercen en apoyar a la ciudadanía en su salud mental, en el manejo de sus emociones, pues si bien existen consultas en el hospital Psiquiátrico y otras dependencias de los tres niveles de la administración pública, no es suficiente, el problema ya demanda una estrategia integral que vaya más a fondo.
“¿Cómo aterrizarlo?, es la pregunta, un primer paso sería hacer una campaña intensiva para medir cómo se siente la población, acercarse y ver cómo se le puede apoyar en el manejo de sus emociones, tener un diagnóstico y de ahí partir, pero ya urge”, enfatizó.
Fuente: Milenio