Denuncian doble lenguaje de Obama: Margarito Grajeda
A pesar del discurso retorico del presidente Barack Hussein Obama de deportar sólo a criminales, en la práctica su gobierno se ha dedicado a deportar desde Estados Unidos a cientos de migrantes mexicanos, como lo hace cada día por esta frontera, convirtiéndose en un problema social para los habitantes y las autoridades de esta ciudad, ya que requieren trabajo y servicios públicos.
Esto plantea la necesidad de contar con una Casa del Migrante de mayores dimensiones para recibir y atender a los connacionales que cruzaron hacia el lado americano, y que fueron deportados por esta localidad.
Tales conceptos fueron vertidos por el defensor de los derechos humanos Margarito Grajeda, y presidente de la Asociación Civil a Corazón Abierto.
El dirigente de esta asociación no gubernamental habló acerca de las crecientes deportaciones de migrantes mexicanos por esta frontera.
A diario están deportando alrededor de 100 mexicanos por esta frontera, agregó el defensor de los derechos humanos.
Declaró estos conceptos a escasos días de que en Estados Unidos salió a la luz una investigación periodística que arrojó que el gobierno de Barack Obama no cumple con su promesa de deportar sólo a los criminales.
“Esto es una falacia, es una mentira del presidente de los Estados Unidos, y eso está comprobado con las deportaciones masivas de migrantes por Reynosa, Tamaulipas, abundó el dirigente de la Asociación Civil A Corazón Abierto dedicada en forma cotidiana a ayudar a las personas más desprotegidas de la sociedad, como es el caso de los migrantes que a diario intentan cruzar hacia el lado americano para tratar de evitar que crucen, como a darles alimentos, galletas y café, y apoyar a quienes son deportados de Estados Unidos hacia esta ciudad.
La investigación hecha en Norteamérica reveló que en el gobierno de Obama también se ha multiplicado la criminalización por cruzar la frontera sin documentos. Esto implica que los migrantes son deportados o devueltos a sus países de origen, como sucede con los mexicanos, pero a la vez son fichados por la administración de Estados Unidos para que quede un antecedente de carácter criminal, en lugar de que se asiente solo una violación civil como sucedía antes.
Esto puede conducir a a encarcelación de los migrantes si en determinado momento tratan de volver a cruzar otra vez hacia el lado americano.
La mayoría de las personas que son deportadas de Estados Unidos son hombres mexicanos, menores de 35 años.
Margarito Grajeda explicó que si los migrantes mexicanos tratan de cruzar es porque aquí no tienen empleo bien remunerado o lo perdieron, y buscan cruzar hacia el lado americano para tratar de generar recursos y ayudar a su familia.
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