El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo ayer que no le importa lo que su homólogo ruso, Vladimir Putin, piense de su comentario de que “no debería estar en el poder” en Rusia, porque expresó su “indignación personal” y no “una política” a favor de un cambio de régimen.
La estridente declaración de Biden poco después de que también llamó “carnicero” a Putin, al final de un discurso que pronunció el sábado en el Castillo Real de Varsovia para alentar a las democracias a una larga lucha global contra la autocracia, fue criticada en Estados Unidos y sacudió a algunos aliados de Europa occidental.
“No me retracto. Quiero dejar claro que ni entonces ni ahora estaba articulando un cambio de política. Sólo expresé la indignación moral que siento y no me disculpo por mis sentimientos personales”, declaró a la prensa en la Casa Blanca.
En un intento por dejar atrás la controversia que ensombreció su reciente gira por Europa, Biden continuó afirmando que no cree que su comentario complique la diplomacia de este momento, informó la cadena ABC.
“El hecho es que estamos en una situación que se complica por los esfuerzos de Putin por participar en una carnicería. La clase de comportamiento que hace al mundo entero exclamar: ¡Dios mío! ¿qué es lo que este hombre está haciendo?”
Biden rechazó la percepción de que su comentario pudiera agravar las tensiones en torno a la guerra en Ucrania o que azuzaría la propaganda rusa sobre una agresión de Occidente.
“Nadie cree que yo estuviera hablando de derrocar a Putin”, consideró Biden, y añadió que “lo último que quiero es involucrarme en una guerra terrestre o nuclear con Rusia”.
Afirmó que estaba expresando una “aspiración” y no un objetivo de la política exterior estadunidense.
“Personas así no deberían gobernar naciones, pero lo hacen y el hecho de que lo hagan no significa que no pueda expresar mi indignación al respecto”, aseveró.
Aunque varios líderes y analistas independientes consideraron que el comentario de Biden en Varsovia, al final de tres días de gira diplomática, era una metedura de pata, el demócrata afirmó que no le preocupa que aumenten las tensiones con Putin.
Cuando un periodista le preguntó si le preocupaba que Putin percibiera su comentario como una escalada, Biden respondió: “no me importa lo que él piense”, de acuerdo con CNN.
El jefe de la Casa Blanca señaló que era escéptico de que Putin pudiera dejarse influir por cualquier evento externo, incluido su comentario. “Él es un tipo que va por la libre y la idea de que vaya a hacer algo atroz por lo que dije no es racional”.
Sin embargo, Biden dejó la puerta abierta y mencionó que una reunión con Putin dependería “de lo que él quiera hablar… de si hay algo que pueda poner fin a esta guerra y reconstruir Ucrania”.
Tras las aclaraciones del domingo de Biden, de que no busca un cambio de gobierno en Rusia, y luego de llamar “carnicero” a Putin”, el Kremlin reiteró ayer que sus afirmaciones del fin de semana son “alarmantes” y “seguiremos supervisando de cerca las declaraciones del presidente estadunidense”, dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
En cuanto al cambio de gobierno en Rusia, Peskov advirtió que eso “no lo decide Biden. El presidente de Rusia es electo por los rusos”.
En tanto, el secretario ruso del Consejo de Seguridad, Nikolái Pátrushev, aclaró que la operación militar especial en Ucrania no se plantea como objetivo el derrocamiento de las autoridades de ese país.
“El objetivo es proteger a la población del genocidio, desmilitarizar y desnazificar a Ucrania”, aclaró.
FUENTE: LAJORNADA
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