Forcejean con los clientes y en la pelea les cambian su tarjeta por otra falsa
La Comisión Nacional para la Protección y la Defensa de dlos Usuarios de Servicios de Financieros (Conducef) en Matamoros, alerta sobre la presencia de una banda de estafadores que atacan a los usuarios bancarios es los cajeros automáticos y en ocasiones en plena luz del día.
Se trata de una red de personas que a veces esperan en un auto afuera del cajero cuando el banco ya está cerrado, y aprovechándose de la nula vigilancia por parte de la autoridades estatales, le quitan las tarjetas a los clientes cuando estos acaban de usarla para sacar su dinero.
La institución asegura que las quejas al respecto van en aumento, pues los clientes del banco cuentan que cuando luchan por retener su tarjeta, el bandido las deja caer al suelo y sale huyendo, pero en realidad se lleva la que el usuario tiene activa y deja una falsa, esto contando con que los ciudadanos desconocen el número de su tarjeta y cuando verifican de nuevo su estado de cuenta, está ya está vacía o con cargos que ellos no hicieron.
Las principales víctimas son adultos mayores que no cuentan con un teléfono inteligente donde manipulan la actividad de su cuenta, por ejemplo, apagar las tarjetas o reportar el incidente a las líneas que el banco proporciona en cada ciudad.
Comentan que el modus operandi de esta banda delictiva que está por toda la ciudad recae en cazar a sus víctimas cuando éstas llegan al cajero, las esperan afuera del lugar en un auto o bien los esperan de pié afuera del cajero para atacarlos y no dejar rastro en las cámaras de seguridad.
Eduardo Aguilar Mejía, titular de la Conducef en Matamoros, consideró que es responsabilidad de los bancos tener a una persona de seguridad custodiando los cajeros automáticos, pues al fin de cuentas, el cajero es una extensión de la institución bancaria.
Además exhortó a los ciudadanos a que no acudan solo al cajero automático y sobre todo, que no acepten ayuda de extraños aunque ellos también estén usando un cajero, pues parte de la estrategia de los ladrones para no ser detectados, es fingir que utilizan el aparato colocándose a un costado de los adultos mayores, cuya falta de conocimiento, los hace vulnerables a los atacantes.