El hombre de 50 años, había desarrollado un cuadro de septicemia luego que su perro lamiera la herida que este mismo le provocó. “La parte más difícil de mi recuperación ha sido tener que aceptar que ahora estoy desfigurado y que no hay nada que pueda hacer», asegura.
El doctor Jaco Nel perdió sus piernas, dedos y parte de su cara debido a las lamidas de su perro, luego de ser contagiado por su mascota.
“Habíamos estado jugando un poco duro y me cortó la mano. Era un corte diminuto. Lo limpié y me olvidé de él. Nunca tuve más problemas con ese corte ni nada”, dijo en entrevista a la BBC.
El doctor jugaba con Harvey, su mascota, un coker spaniel, cuando le hizo un pequeño arañazo del que salió un poco de sangre; el perro le lamió la herida y el doctor la desinfectó.
Comenzó a sentir síntomas parecidos a los de una gripa común por lo que no le dio mayor importancia, sin embargo tenía septicemia a consecuencia de la saliva de su perro.
“Tenía prácticamente el cuerpo entero negro: la cara, las manos, las piernas, debido a los daños en los tejidos», expresó.
Un día despertó mareado y aturdido, por lo que tuvo que ser trasladado de emergencia a hospital. La enfermedad le provocó fallas en sus riñones y también lo tuvieron que someter a diálisis. Perdió ambas piernas, dedos de la mano y la punta de la nariz.
“Supe desde casi el principio que acabaría perdiendo las piernas y los dedos, pero no estaba seguro de lo que le pasaría a mi cara. Perdí la punta de la nariz y mis labios tienen cicatrices, me cuesta hablar y también tengo dificultades para comer”, dijo.
“Me cuesta hablar y también tengo dificultades para comer, aunque ahora las sobrellevo mejor (…) Estuve muy muy cerca de morir”, refirió.
Ahora se dedica a hacer activismo a favor de los sobrevivientes de la sepsis.
FUENTE: PROCESO
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