Los vendedores ambulantes que trabajaban a través de la “cerca” en las escuelas y fuera de ellas se enfrentan a una situación de crisis que los ha llevado a modificar sus métodos de ventas.
El señor Saúl lleva más de 14 años viviendo de la venta de artículos como bolis y chicharrones fuera de las escuelas, pero la nueva modalidad de las clases en línea lo dejó sin la posibilidad de llevar ingresos a su hogar.
Dijo que la pandemia por Coronavirus originó una decaída catastrófica en la comercialización de productos de temporada, ya que quienes empujan un carrito helado aprovechaban las misas, los parques y los juegos de futbol y beisbol para hacer sus ventas, lo que actualmente ya no sucede.
Explica que dado a las condiciones económicas que prevalece en la sociedad, los comerciantes de ambulantes deben hacer grandes recorridos a pié visitando las colonias de cada sector de Matamoros para ofrecer los productos que generan ingresos para sus hogares.