Ante el elevado número de asesinatos, que va en una espiral ascendente en los últimos años, la Oficina de Derechos Humanos pide al Gobierno de Colombia que haga un esfuerzo contundente para prevenir los ataques contra quienes defienden los derechos fundamentales, principalmente de indígenas, afrodescendientes y mujeres.
“Estamos profundamente preocupados por la impactante cantidad de defensores de derechos humanos asesinados en Colombia durante 2019”, aseguró la portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Marta Hurtado.
Según las cifras esta Oficina, que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet, 107 activistas fueron asesinados el año pasado. Además, siguen en proceso de verificación 13 casos adicionales que fueron reportados a lo largo de 2019, los cuales, de ser confirmados, aumentarían el total anual de muertes a 120 asesinatos.
La preocupación de la Oficina de Bachelet fue dada a conocer apenas un días más tarde de que el responsable la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, Carlos Ruiz Massieu, alertara al Consejo de Seguridad sobre cómo la violencia generalizada “sigue amenazando la consolidación de la paz”.
Los ataques contra defensores y defensoras de derechos humanos ya se habían intensificado durante el 2018, cuando 115 asesinatos fueron confirmados por la citada Oficina de la ONU en Colombia. Y esta terrible tendencia no muestra desaceleración en el 2020, en donde al menos 10 personas, según información preliminar, habrían sido asesinadas durante los primeros 13 días de enero.
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