Dejó ocho muertos y una veintena de heridos
Durante el fin de semana, se originó un motín en la cárcel de La Toma, en el municipio de Amatlán, Veracruz.
El amotinamiento dejó siete muertos por asfixia, siete presos heridos de gravedad y quince policías hospitalizados, confirmaron autoridades.
Las víctimas policiacas habían sido encerradas en un espacio sin salida, muriendo intoxicados por el humo que había, ya que los internos prendieron fuego a las colchonetas del lugar.
«Lo de ayer fue un crimen, sabían lo que hacían», dijo el gobernador Miguel Ángel Yunes en una conferencia de prensa horas después de los disturbios.
El detonante, de acuerdo con lo que expuso el gobernador, fue el traslado de cuatro reos de alta peligrosidad que pertenecían a grupos criminales y que desde la cárcel seguían operando y afectando a la región montañosa del estado.
Los cuatro sujetos habían estado involucrados en homicidios, secuestros y otros delitos graves.
La versión oficial de los hechos desmiente que el motín se debiera a una serie de reclamos contra el director del penal y que supuestamente habían sido ignorados sistemáticamente hasta que escaló la violencia.
«Ese dato no lo voy a dar», dijo Yunes a pregunta expresa sobre si iba a pedir o si había recibido la renuncia del regente de la prisión.
De acuerdo al diario EL PAÍS, el amotinamiento inició alrededor de las diez de la noche del sábado y fue controlado hasta primera hora del domingo.
Afuera de la cárcel se observaron columnas de humo, lo que alertó a las autoridades y provocó que los familiares de los internos se desplazaran angustiados hacia el lugar.