La actual situación económica que vive México ha propiciado un incremento importante en niveles de desempleo, y lo anterior ha orillado a personas que debían estar jubiladas a tomar oficios de mucho riesgo.
El limpiar parabrisas se ha convertido en el modus vivendi de gente de la tercera edad.
Como lo confirmó este medio, en algunos cruceros de la ciudad se observa a personas mayores, cruzando la sexta o séptima década de existencia, quienes arriesgan su integridad física por ganar unos pesos para llevar algo a sus hogares.
Limpiar parabrisas en los cruceros dejó de ser una actividad propia de jóvenes y niños, para convertirse en trabajo de mayores.
Quienes desempeñan este tipo de trabajo aseguran que por sus condiciones físicas y su edad les es imposible encontrar algún empleo acorde a su experiencia y capacidades físicas, ya que en empresas y negocios buscan emplear a personas que no rebasen los 35 años.
“No tenemos otra más que buscar para vivir”, dice Antonio, quien desafía las altas temperaturas y el riesgo de ser atropellado, por limpiar un parabrisas y extender la mano que, muchas veces, queda vacía, ante el desencanto de los automovilistas que al llegar a los cruceros cierran sus ventanillas para aislarse de todo tipo de relación con ellos.
Las leyes de pensiones otorgan sumas que no son suficientes para subsistir, razón por la que nuestros ancianos salen a jugarse la vida en un crucero… por unos cuantos pesos.
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