Todas los días la mayoría de nosotros hace uso de un microbús para trasladarse de un lugar a otro, sin embargo son muchas las anomalías que existen en estos.
A pesar de que cada vez aumenta la cuota, no se ve ningún tipo de mejoría, ni en el trato a los pasajeros, ni en la unidad de transporte; aunque las quejas son siempre las mismas, no se hace mucho al respecto.
El costo del boleto de este transporte parece accesible en comparación al precio que un taxi podría cobrar, sin embargo, son muchas las diferencias entre ambos, a pesar de que los dos son medio de transporte, no se compara en la mayoría de las veces uno con el otro.
La música es un método de relajación para el ser humano, o una manera de expresar nuestro sentir, lamentablemente no todos tenemos el mismo gusto por ello debido a sus diversos géneros. Los conductores de los microbús parecen no comprender que conducir por las calles de la ciudad con muchos pasajeros a bordo se trata de un trabajo, un servicio por el cual te están pagando, no obstante, a más de uno, nos ha tocado, escuchar música nada agradable y a muy alto volumen, sin importar que se trata de un empleo en el cual no se puede hacer lo que se da la gana, ya que debido al alto volumen puede causar un accidente al no concentrarse en lo que se hace o no escuchar el claxon de otros vehículos.
Otra anomalía que hace a este tipo de transporte más incómodo, es la falta de amabilidad y el trato digno que no son capaces de ofrecer la mayoría de los trabajadores de este medio: la prepotencia con que se dirigen muchos, la falta de respeto hacia todos, pero generalmente hacia los mayores, quienes por su edad avanzada, alguna enfermedad o simplemente porque no son capaces de bajar o subir rápidamente al microbús se han llevado críticas o insultos de los chóferes, que generalmente recorren las calles de la ciudad a muy alta velocidad.
Los microbús están en deterioro, no se logra observar mucha mejoría, pero si el incremento en el costo del boleto.
Habría que ver la manera de mejorar esta situación en serio, no solo tapar el sol con un dedo, y así sea posible dar valor a los diez pesos que cuesta este tétrico viaje que con mucho esfuerzo pagan las personas y que no vale el maltrato y las malas unidades deterioradas.
Han pasado ya muchos años y el transporte público continua siendo lo mismo de siempre, no hay mejoría alguna de nada, tomando en cuenta el calor de la ciudad, por el cual mínimo debería de cambiar o modernizar las unidades, haciendo uso esta vez de aires acondicionados para los vehículos públicos. La comodidad del pasajero es importante.
Conducir un vehículo no es para cualquiera, sin embargo, ahora resulta que supuestamente con tan solo saber moverlo puedes utilizarlo; la realidad es que no se trata de trasladarse solamente, sino también, de respetar, dejar la prepotencia a un lado y saber que un microbusero no es solo el que conduce el vehículo a su destino, sino, el que brinda su servicio con respeto y tolerancia hacia sus pasajeros.
Hasta para ser chófer se necesitan buenos valores: ser chófer de transporte público es toda una profesión, no cualquier persona está capacitada para una labor tan importante.
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